MANO DE FÁTIMA
El profeta Mahoma, fundador del Islam, tuvo una hija, la bella y
virtuosa Fátima, a la que los musulmanes veneran con gran devoción.
La historia cuenta que en una ocasión estaba Fátima muy ocupada en la
cocina preparando la comida cuando su marido, Alí, llegó
inesperadamente. Al oírlo, Fátima abandonó sus quehaceres y fue a
recibirlo. Sin embargo, quedó tristemente decepcionada al ver que su
esposo llegaba acompañado de una bella y joven concubina.
Prudente, Fátima guardó silencio y, atormentada por los celos, regresó a la cocina. Pero, inmersa en oscuros y tristes pensamientos, no prestó atención a lo que estaba haciendo: tenía una olla al fuego con caldo hirviendo y, más atenta a su tristeza que a su trabajo, metió la mano dentro y empezó a remover el guiso.
Tan absorta estaba que no sintió dolor, pero Alí vio lo que estaba haciendo y, horrorizado, se abalanzó sobre ella, gritando. Fue entonces cuando Fátima se dio cuenta de que se estaba quemando la mano y la sacó de la olla.
Desde entonces “la mano de Fátima” se convirtió en un símbolo importante en el mundo musulmán. Trae buena suerte y dota de las virtudes de paciencia, fidelidad y fertilidad, además de su poder de protección, especialmente a las embarazadas, por su protección de la matriz.
Este símbolo, que se llama también “hamsa” o “khamsa”, se utiliza tradicionalmente en las culturas musulmanas y judías sefardíes,
pero en la actualidad es mundialmente conocido. En idioma árabe, jamsa
significa “cinco”; además, la misma raíz, J-M-S, es empleada en el
idioma hebreo mediante el uso del término jamésh (en hebreo, “cinco”
también). Este amuleto en forma de mano abierta se considera, como hemos
explicado, una potente protección contra la maldad , el mal de ojo, los
celos… tanto en el norte de África como en el medio oriente.
Como decimos, la palabra en sí significa “cinco”, un número que en las religiones musulmana y hebrea tiene un valor sagrado;
de hecho, son cinco los sagrados libros del Torán y además también
conecta con la quinta letra del alfabeto hebreo, “Heh”, uno de los
nombres sagrados de Dios.
Una curiosidad…
También puedes encontrar alusión a este amuleto a través del nombre «ojo de Fátima»,
ya que existen algunas versiones de este símbolo que incluyen un ojo en
la mano. Sin embargo, lo más común es encontrar solo la mano abierta.
La definición de la “mano de Fátima” viene del hecho de querer hacer
un homenaje a Fátima ( Fátima az-Zahra, que vivió de 606 a 632), la hija
del Profeta Maoma, que se casó con con Ali, sobrino del padre.
A ellos han sido reconocidos muchos milagros, y de hecho cuenta
la leyenda que cuando Fátima se entregaba con fervor a la tarea de
rezar en medio del desierto, su fe era tan certera y fuerte que era
capaz de conseguir que lloviese, provocando el nacimiento de miles de coloridas flores en medio de la marea de arena del desierto.
PD. Gracias Jorge :) :)
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